domingo, 25 de marzo de 2012

“Las cartas malas suplican amor, las cartas buenas no piden nada”



Esto será lo último que leas de mi parte… y te explicaré el motivo…

Tal vez no he sido la persona que muchos han querido que fuera,  tal vez no fui la hija que alguien esperaba que yo fuera, tal vez en algún lugar alguien piensa que no fui la amiga que debí ser y tal vez para ti…. No sé que fui yo para ti…  pero tengo muy claro lo que tú significaste para mí.  

Necesitaba compresión, necesitaba que me escucharas lo que por muchos años no había contado, necesitaba llorar y al tiempo estar “hablando” con alguien que sólo me hiciera sentir que vale la pena que estuviera viva, que me hiciera pensar que puedo hacer feliz a alguien.

Nunca supe realmente qué hice por ti, sólo intentaba deducirlo por tus comentarios, que dicho sea de paso cambiaron mucho en los últimos días (tal vez siempre te escribía en mal momento, tal vez siempre estabas con alguien, tal vez todo estaba en mi imaginación, tal vez todo fue una simple película que escribí en lo más profundo de mi corazón…) en fin... En esa época te mandaba “cartas” suplicando amor, y eran “cartas” malas, porque yo no tenía porque pedirte nada a cambio, porque tu no tenías porque quererme y tenerme cariño, y porque YO no tenía porque elegirte justamente a ti, alguien a quien prácticamente no he visto y que muy seguramente la distancia hará que nunca más nos  encontremos de nuevo.

Aunque tienes un corazón muy amplio,  me parece que ya estaba bastante lleno cuando llegué a él y se fue acumulando espacio cada vez más y más con otras personas y acciones, que poco a poco hicieron que el pequeño rincón que alcancé a ocupar se fuera reduciendo,  hasta sentir que estaba siendo expulsada, asfixiada…  y decidí  escribir ésta ridiculez (que alguien más está leyendo en éste mismo instante y estoy segura no serás tú)  para ponerle punto final,  para alejarme porque sé que tus intenciones jamás fueron herir mis sentimientos, pero eres egoísta y nunca pensaste en las consecuencias de tus actos y menos los que estaban dirigidos hacia mí. 

Yo creía que siempre iba a estar contigo, a  tu lado –de una u otra forma- cerca o a la distancia, pero estaba segura que hablaría contigo durante muchos años, que sería tu acompañante en diferentes etapas de la vida que tendrás que afrontar. 

Pero ya ves…. La vida cambia, tú cambias, yo cambio, el mundo gira y mi vida y la tuya toman otros rumbos…

Me harté de escribirte y descubrí que mi principal motivo y lo más importante en la vida era conocerme, amarme y vivir POR y PARA mí y por supuesto para Dios.

Eso sí, mi pequeña inspiración, todo lo que te he escrito ha sido con mucho amor hacia ti, aprendí demasiado y siempre viviré agradecida contigo, además de recordarte con el mayor cariño y ¡bastantes recuerdos que tengo para vivir eternamente pensando en ti!

No te preocupes por mí porque hiciste todo tu trabajo, te prometo que a donde quiera que vaya estaré bien,  y si tuviera que pedir un sólo deseo, sería que tú fueras tan feliz como en algún momento lo fui yo gracias a ti.

Tu amiga en la eternidad….


Pdta. Hay frases tomadas o inspiradas en la película Waiting for Forever y tal vez el 99% de lo leído sea producto de mi imaginación.

No hay comentarios: